VIDA
PLENA EN LA GRACIA
Fuente: Faustino de Jesús Zamora Vargas
Congregación León de Judá
Pero en ninguna manera estimo
mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el
ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del
evangelio de la gracia de Dios. Hechos
20:24
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Y derramaré sobre la casa de
David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de
súplica, y Me mirarán a Mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El,
como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como s... Zacarías
12:10
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Un Espíritu de gracia
se ha derramado sobre el pueblo de Dios. El evangelio de la gracia es el diseño
de Dios para reconciliarnos con Él a través de su hijo Jesucristo. Dios nos ha
dado vida junto con Cristo sin reparar en que caminábamos en desobediencia,
confundidos, heridos hasta la muerte por los muchos pecados. Hallamos gracia a los
ojos de Dios y todavía nos cuesta mirar hacia adelante para dar un testimonio
solemne de vida nueva recibida por la ofrenda prometida de Dios.
El tema del Salvador
del mundo se muestra desde el principio en el Antiguo Testamento como el
perfecto sacrificio por el pecado del hombre consumado en la cruz. ¡Hemos
hallado gracia y todavía no lo entendemos! Un Espíritu de gracia que nos
sostiene, que nos levanta, y que debiera motivarnos a compartirla con los
demás. Hemos hallado gracia delante de Dios, pero hay como una ceguera temporal
que nos impide ver que somos los instrumentos del Señor para que otros
encuentren la misma gracia.
Somos copartícipes de
la misma gracia con que fueron hallados los héroes de la fe delante de Dios (He
11), de la idéntica gracia con que fue hallado Cristo delante del Padre, pero
no sabemos poner freno a nuestros impulsos y nos cuesta comprender que ella es
suficiente. ¿Cuántos niños mueren diariamente por la bomba del hambre? ¿Cuántos
padres y madres alcanzan a tomar de las sobras de la opulencia para llevarse un
mendrugo de pan a sus estómagos y alimentar a sus hijos? Así va el mundo, unos
con Dios, pero aún egoístas e indiferentes ante la desgracia humana y otros sin
Dios porque por alguna razón no encuentran el testimonio solemne del evangelio
de la gracia en la “dolce vita” de muchos de los cristianos de hoy. De gracia
hemos recibido ¿nos es lógico dar de esa gracia para que el mundo crea?
Una vida de plenitud
en Cristo se vive para dar de la gracia recibida. Muchos vendrían a los pies de
Jesús si cultiváramos la gracia en el jardín siempre verde del evangelio y
entregáremos una simple flor de compasión a todo el que pasa por nuestro lado
en busca de algo mejor. Mire a su alrededor y verá que hay almas sedientas de
una vida mejor. Todos hemos recibido un ministerio del Señor para buen
testimonio y no lo damos. ¿O será que no lo tenemos? ¿Nadie ve un poquitico de
Cristo en nuestra vida? Yo no lo creo. Sólo nos falta convicción, denuedo y
hasta un poco de hidalguía en la calidad de vida cristiana, ser perseverantes y
permanecer en Él, quien es fuente de toda gracia.
Hoy puede ser un gran día, sólo basta con extender
la mano a otros con un puñado de gracia recibida y Jesús te sonreirá una vez
más.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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