CÓMO DESPERTAR EL DESEO SEXUAL
EN TU PAREJA
Fuente: Norma Peraza
Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
“Obras
son amores y no buenas razones”, un refrán popular que define muy bien que el
amor se demuestra con acciones. Cuando de parejas se trata, es más fácil
demostrarlo al inicio de la relación, cuando el enamoramiento está a flor de
piel y se busca dar lo mejor de sí a su amado. A muchos los lleva a
comprometerse, dar el siguiente paso de convertirse en esposos, para
complementarse, entregarse real y plenamente el uno al otro en todo lo
que son como persona.
Que
mejor el matrimonio para poder realizar la máxima expresión del amor por medio
de la intimidad, pero no solo los primeros años, sino durante todo el caminar
juntos como esposos. Dios sabe que es vital este ingrediente en la pareja
casada, por ello dio la sexualidad para disfrutarla en plenitud con el cónyuge,
por algo, Cantar de Cantares, todo un libro de la Biblia que habla sobre el
amor conyugal en términos de amor, pasión, sensualidad y entrega para la buena
relación conyugal.
Así
que evita la monotonía y el bajo apetito sexual, porque son muchos los
beneficios que se ven reflejados en una pareja de casados si su vínculo sexual
es permanente. De manera que atención a las siguientes sugerencias que
despiertan los deseos sexuales en la pareja.
El tacto constante
El
contacto físico, no debe darse sólo cuando se van a tener relaciones sexuales,
sino en todo momento se debe buscar esas miradas, roces, besos y caricias
casuales al coincidir en la cocina, la sala o cualquier otra parte de la
casa. No por el hecho de tener muchos años de casados se debe dejar la parte
afectiva, porque este tipo de detalles son puentes para encuentros sexuales más
constantes y placenteros. Al igual que dormir con la menor ropa posible, si es
nada, mejor, incluso hay estudios que reflejan que dormir desnudos en pareja,
hace que la relación sea más feliz, es una manera de decir abiertamente
quiero estar cerca de ti, estoy disponible física y emocionalmente. En el
caso de la mujer, que es más común que se le vaya el apetito sexual que a los
hombres, recuerda que las relaciones sexuales es una parte fundamental en todo
matrimonio, porque ante el estrés y desafíos diarios, la intimidad es lo que
ayuda mantenerlos unidos.
Hablar de la intimidad
Además
de la práctica, es importante que también platiquen sobre la intimidad, porque
a veces se da por hecho que la pareja conoce a detalles los gustos y
preferencias del otro, pero en ocasiones hay aspectos que no se externan,
pensando que sus relaciones sexuales mejorarán por sí solas, dejándolo al
tiempo y al proceso de acoplamiento en el terreno sexual. No hay
necesidad de esperar, porque puedes hacer efectiva la comunicación verbal al
externar las necesidades en el tema, y así asegurar la plenitud en la entrega
de ambas partes.
Otro
aspecto para hablar es la frecuencia de las relaciones sexuales, si es muy
esporádico, entonces se sugiere que lleguen a un acuerdo para practicarlo más,
porque al unirte con tu cónyuge hay un acercamiento físico y espiritual, eso
los une más. No importa cuánto tiempo tengan de casados, busca ponerlo en
práctica, porque cuantas más relaciones mantiene una pareja, más relaciones
querrá tener. El placer derivado de estos encuentros se disfruta en la medida
en que cada cónyuge decide servir, y no negarse al otro.
Reavivar momentos
Dicen
que recordar es vivir, así que el hablar de lo bien que la han pasado,
atraer recuerdos placenteros y de los deleites en encuentros especiales, es
otro medio para alimentar los deseos de intimidad. El darse el tiempo para
encuentros especiales, es un factor motivante para la relación, por eso es muy
recomendable que las parejas casadas tengan citas románticas donde pueden estar
solos, para platicar y hacer cosas que ambos disfruten hacer en común.
Por
último, dale gracias a Dios por el privilegio que tienes de deleitarte con el
placer sexual, donde puedes entregarte sin reservas a tu cónyuge, como parte
del plan divino del matrimonio. Desecha toda timidez, y accede a disfrutar en
dar y recibir placer durante la relación sexual, de manera libre, sincera,
gozosa y frecuente. No te niegues a tu pareja, a menos que sea de común
acuerdo, por un propósito y con miras a reunirse pronto.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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