LA PRESENTACIÓN DEL EVANGELIO-3
Extracto del libro
“Creer También es Pensar”
Por John Stott
Publicado por:
Edgardo Tosoni
devocionaldiario.org
…CONTINUACIÓN
En tercer lugar, la predicación del evangelio con
argumentación racional ¿no usurpa el trabajo de Espíritu Santo, haciendo que en
la práctica lo desplacemos? Bien, es claro que sin el poder de Espírito Santo
la evangelización es imposible. Sin embargo, es un gran error pensar que es una
característica de la autoconfianza o de la falta de fe dar un contenido de
doctrina a las buenas nuevas, y valerse de argumentos para demostrar la verdad
y la relevancia del evangelio; y que basta tener más fe en el Espíritu Santo
para que podamos omitir toda doctrina y argumentación. En verdad lo contrario
de eso es lo correcto. Es una falsa antítesis la de contraponer al Espíritu
Santo la presentación del evangelio que haga uso de la razón.
Lo que Pablo rechazaba, dijo él a los Corintios, fue la
sabiduría del mundo (como materia de su mensaje) y la retórica de los griegos
(como método de presentación). En vez de la sabiduría de este mundo, decidió
predicar a Cristo crucificado; en el lugar de la retórica, optó por confiar en
el poder de Espíritu Santo. Pero Pablo aún se valía de la doctrina y de la
argumentación. Gresham Machen expresó admirablemente esta cuestión en su libro
The Christian Faith in the Modern World (La Fe Cristiana en el Mundo Moderno):
“El misterioso trabajo de Espíritu Santo tiene aún que acontecer en el nuevo
nacimiento”, escribió. “De lo contrario, todos nuestros argumentos son
completamente inútiles. Pero no podemos concluir que los argumentos sean
innecesarios por el simple hecho de que sean insuficientes. Lo que el Espíritu
Santo hace en el nuevo nacimiento no es transformar a la persona en un
cristiano sin dar atención a la evidencia, por el contrario, disipa la niebla
de sus ojos, de forma que pueda ver y responder a la evidencia.
Wolfhart Pannenberg, el joven profesor de Teología
Sistemática de Múnich escribió algo similar en su libro “Basic Questions in
Theology” (“Cuestiones Teológicas Fundamentales”): “Un mensaje no convincente,
como alternativa, no es capaz de alcanzar el poder de convencer simplemente
apelando al Espíritu Santo… La argumentación y la operación del Espíritu no son
mutuamente exclusivas. Al confiar en el Espíritu, Pablo de forma alguna se
dispensó de pensar y argumentar”. Así, pues, en nuestra proclamación del
evangelio, tenemos que dirigir a la persona toda (mente, corazón y gana) con el
evangelio todo (Cristo encarnado, crucificado, resucitado, soberano, su Segunda
venida y mucho más aún). Deberemos argumentar con la mente y apelar
fervorosamente a su corazón para que mueva su voluntad, estando nuestra
confianza depositada en el Espíritu Santo del comienzo al fin. No nos es dada
la libertad de presentar a Cristo parcialmente (como hombre pero no como Dios,
su vida y no su muerte, su cruz pero no su resurrección, como Salvador pero no
como Señor). Ni aún tenemos el derecho de pedir una respuesta parcial (de la
mente pero no del corazón, del corazón pero no de la mente, o de la mente o del
corazón pero no de la voluntad). No. Nuestro objetivo es ganar al hombre todo
para Cristo, y para eso es necesario el completo consentimiento de su mente,
corazón y voluntad.
Oro insistentemente que Dios levante hoy una nueva
generación de apologistas cristianos, personas que comuniquen el mensaje
cristiano, teniendo una absoluta fidelidad al evangelio bíblico, y una
inquebrantable confianza en el poder del Espíritu, combinada con una
comprensión profunda y sensible a las alternativas contemporáneas del
evangelio; personas que se relacionen con vivacidad, ardor, autoridad y
propiedad, personas que hagan uso de sus mentes para que ganen otras mentes
para Cristo.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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