"BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN,
PORQUE ELLOS RECIBIRÁN CONSOLACIÓN"
Mateo 5: 4.
Fuente: Charles H.
Spurgeon
La Chequera del
Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.
Por el valle de lágrimas llegamos a Sion.
Uno habría pensado que llorar y ser bendecido estaban
en oposición, pero el infinitamente sabio Salvador los junta en esta
bienaventuranza, y lo que Él juntó, no lo separe el hombre.
Llorar por el pecado -por nuestros propios pecados, y
los pecados de otros- es el sello del Señor estampado en Sus fieles.
Cuando el Espíritu de gracia es derramado sobre la casa
de David, o sobre cualquier otra casa, entonces los de la casa llorarán.
Por el llanto santo recibimos las mejores bendiciones,
de la misma manera que los productos más exóticos nos llegan por la vía
marítima.
No solamente será bendecido en algún día futuro el que
llora, sino que Cristo lo declara bendecido incluso ahora.
El Espíritu Santo consolará en verdad aquellos
corazones que lloran por el pecado.
Serán consolados por la aplicación de la sangre de
Jesús, y por el poder limpiador del Espíritu Santo.
Serán consolados en cuanto al abundante pecado de su
ciudad y de su época, por la seguridad de que Dios se glorificará a Sí mismo,
sin importar cuánto se rebelen los hombres en Su contra.
Serán consolados por la expectación de que serán
liberados enteramente del pecado en breve, y pronto serán llevados a morar para
siempre en la gloriosa presencia de su Señor.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
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