LA MEJOR LECCIÓN DE VIDA
Kim Patterson, copyright 2005 (editado)
Fuente: Renuevo de Plenitud.com
Soy director de ventas
en una compañía de distribución grande y, diariamente, comparto un pensamiento
o cita con mi personal. Hoy les compartí la historia de Frank, el joven de Taco
Bell para reiterar la importancia de "lanzar" sólo lo positivo a
nuestros clientes y compañeros de trabajo para asegurarnos que lo positivo
"regrese a nosotros".
Hoy iba tarde para
almorzar y, como suele pasar, me detuve a comprar comida chatarra, pero no en
cualquier lugar. Necesito una dosis de Frank... posiblemente el mejor empleado
de ventanilla de comida rápida con que jamás me he tropezado.
Frank siempre saluda a
los clientes con una exuberancia indescriptible. Es supremamente conocedor de
sus productos, y eficiente en mostrarles sus opciones. Él dispensa alegría con
su comida rápida con especial carisma.
En un reciente seminario
de atención al cliente, me pidieron que compartiese mi mejor experiencia de
servicio al cliente y compartí mi secreto con todos. Cuando necesito un empujón
en mi día, voy a este particular restaurante de comida rápida por una dosis del
entusiasmo de Frank. Me sorprendí al escuchar que muchos en el salón también
habían conocido a Frank y que sentían lo mismo que yo. ¿Sabrá Frank a cuántas
vidas ha tocado? Probablemente no. Nunca se lo he dicho personalmente, por
temor de hacer esperar al auto que espera, ansioso, detrás de mí en la línea.
En cada interacción que
uno tiene con alguien, uno tiene la oportunidad de saludarlo con entusiasmo y exuberancia,
lo que generalmente nos será reciprocado. Nunca sabremos cuántas vidas hemos
tocado, porque la mayoría de las personas no compartirán esa información con
nosotros, pero la próxima vez que vayamos la milla extra para complacer a
alguien, ya sea a través de un saludo entusiasta por teléfono o al mantener
abierta la puerta para alguien, sepamos que son las cosas pequeñas las que
hacen la mayor diferencia en la vida de la gente.
Si evitamos el contacto
con otros, ellos harán lo mismo. Si buscamos contacto con otros, y agregamos a
ese contacto un gozo en la interacción, tendremos la oportunidad de alegrar su
día... como Frank lo ha hecho en mi caso en tantas ocasiones.
Una vez compartí mi
anécdota con Frank, a la gerencia de Taco Bell, y me hicieron saber cuán
afortunados se sentían de tener a Frank en su equipo.
Descubrimos también que
Frank había dado charlas a organizaciones locales sobre atención al cliente,
por lo que le pedimos que visitara nuestra compañía para compartir su
sabiduría. Descubrimos que, Frank, es el Gerente General del Taco Bell local, y
desde que le enviaron a esa sucursal unos años antes, las ventas se han
duplicado (lo que no nos sorprendió). Él trabaja el auto-rápido cada día.
¡Qué gran ejemplo para
sus empleados el que se remangue la camisa y trabaje junto a ellos! Su charla a
nuestro grupo fue tan inspiradora que todos salimos con una nueva perspectiva
de la atención al cliente y con hambre por tacos.
Jesús nos dio ejemplo, vino a tierra para enseñarnos cómo operar. La
mejor lección que se comparte en la vida es el ejemplo. Vivamos de tal manera
que otros vean ejemplo en nosotros hoy.
Porque ejemplo os he
dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. Juan 13:15
Pero esto, hermanos, lo
he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en
nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa
de uno, os envanezcáis unos contra otros. 1 Corintios 4:6
Hermanos, sed imitadores
de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en
nosotros. Fil 3:17
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Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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