SIGUE EMPUJANDO LA PIEDRA CON TODAS SUS FUERZAS
Fuente: sitiodeesperanza.com
Un hombre dormía en su
cabaña, cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció Dios. El Señor le dijo que
tenía un trabajo para él, y le enseñó una gran roca frente a la cabaña. Le
explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas.
El hombre hizo lo que el
Señor le pidió, día tras día. Por muchos años, desde que salía el sol hasta el
ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas... y esta no se movía. Todas las noches
el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos
eran en vano.
Satanás decidió entrar en el juego trayendo pensamientos a la mente del hombre: "Has estado empujando esa roca por mucho tiempo, y no se ha movido". Le dijo que la tarea que le había sido encomendada era imposible de realizar y que él era un fracaso. Estos pensamientos incrementaron su sentimiento de frustración y desilusión.
Satanás decidió entrar en el juego trayendo pensamientos a la mente del hombre: "Has estado empujando esa roca por mucho tiempo, y no se ha movido". Le dijo que la tarea que le había sido encomendada era imposible de realizar y que él era un fracaso. Estos pensamientos incrementaron su sentimiento de frustración y desilusión.
Satanás le dijo:
"¿Por qué esforzarte todo el día en esta tarea imposible? Solo haz un
mínimo esfuerzo y será suficiente".
El hombre pensó en poner
en práctica esto, pero antes decidió elevar una oración al Señor y confesarle
sus sentimientos: "Señor, he trabajado duro por mucho tiempo a tu
servicio. He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me pediste, pero aun
así, no he podido mover la roca ni un milímetro.
¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado? "
¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado? "
El Señor le respondió
con compasión: "Querido hijo, cuando te pedí que me sirvieras y tú
aceptaste, te dije que tu tarea era empujar la roca con todas tus fuerzas, y lo
has hecho. Nunca dije que esperaba
que la movieras. Tu tarea era empujar.
Ahora vienes a mí sin
fuerzas a decirme que has fracasado, pero ¿en realidad fracasaste? Mírate ahora,
tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos
callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras.
A pesar de la adversidad, has crecido mucho y tus
habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez. Cierto, no has
movido la roca, pero tu misión era
ser obediente y empujar para ejercitar tu fe en mí. Eso lo has
conseguido. Ahora, querido hijo, yo moveré la roca".
Algunas veces, cuando
escuchamos la palabra del Señor, tratamos de utilizar nuestro intelecto para
descifrar su voluntad, cuando en realidad Dios solo nos pide obediencia y fe en Él. Debemos
ejercitar nuestra fe, que mueve montañas, pero conscientes que es Dios quien al
final logra moverlas.
Cuando todo parezca ir mal... ¡solo empuja! Cuando estés agotado por el trabajo... ¡solo empuja! Cuándo la gente no se comporte de la manera que te parece que debería... ¡solo empuja! Cuando te sientas agotado y sin fuerzas... ¡solo empuja!
Cuando todo parezca ir mal... ¡solo empuja! Cuando estés agotado por el trabajo... ¡solo empuja! Cuándo la gente no se comporte de la manera que te parece que debería... ¡solo empuja! Cuando te sientas agotado y sin fuerzas... ¡solo empuja!
En los momentos
difíciles pide ayuda al Señor y eleva una oración a Él, para que ilumine tu
mente y guíe tus pasos. Entrega tus miedos al Señor y pídele que te ayude a
encontrar el camino, que te conduzca a Él, y Él lo hará. No hagas caso de
ninguna voz, solamente de la que Dios te dio a conocer, y sobre ella mantente
firme, porque su Palabra es la que nos sostiene y nos da descanso, seguridad y
esperanza. Dios moverá la piedra a su tiempo. Lo que es imposible para el
hombre es posible para Dios.
Jeremías 29:11 “Porque yo sé los pensamientos que tengo
acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal, para daros
el fin que esperáis.”
Romanos 12:2 “Reformaos por la renovación de vuestro
entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.”
Proverbios 3:5-6 “Fíate del Señor de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.”
Proverbios 3:5-6 “Fíate del Señor de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.”
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