¿CUÁL ES EL MEJOR MOMENTO PARA TENER HIJOS?
Fuente: Norma Peraza
Este
artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Para muchas
personas la decisión de tener un hijo, u otro hijo depende más de factores
externos como la cuestión de la edad, el intervalo que consideran ideal entre
cada nacimiento, de las opiniones de otra gente de cuando es el mejor
momento, la busca de un bebe del sexo deseado, un medio para salvar
relaciones maritales, retener a la pareja, entre otros, que no tienen relación
con cuestiones reales a considerar a la hora de decidir si conviene o no
tener un hijo.
Más allá de los ejemplos que mencioné, hay factores más
importantes y motivaciones correctas por lo que es importante crear consciencia
de la enorme responsabilidad que encierra el hecho de tener un hijo, porque
después de todo hay que valorar el gran regalo que nos da Dios al permitir
traer un nuevo ser humano. Un hijo que Dios nos presta para enseñarle a elegir
y perseguir valores, a enseñarle a usar su libertad, a desarrollar virtudes, a
amar, a participar socialmente, en sí, ser un bien para esta sociedad que tanto
lo necesita, que haga la diferencia.
Así que para hacerle un enorme servicio a la sociedad
debes asumir la maternidad y paternidad responsable considerando lo siguiente a
la hora de decidir tener uno u otro hijo.
Decisión
de los padres
Los padres son los que deben ponderar cuidadosamente la
decisión de tener o no un hijo, u otro si ya tienen alguno(s). Este diálogo
debe ser solo de ellos dos y de nadie más, por lo tanto no dejen que
comentarios o sugerencias de amistades, familia política y conocidos se
interponga en este tema que solo corresponde a los padres porque se trata de
decidir sobre la existencia de una persona humana, que será su hijo.
Deben considerar aspectos básicos como el presente
estado de salud de ambos padres, la salud psíquica, la situación económica de
la familia y la situación social en que se desenvuelven. Por ello, la mujer
siempre debe considerar la opinión del papá, porque aun cuando las mujeres
somos las capacitadas para la gestación de un embarazo, eso no nos da el
derecho exclusivo de decidir solas sobre traer o no traer un nuevo ser al
mundo, porque cada hijo nace con un sin fin de derechos, empezando por razón
natural: sus padres. De hecho, la familia es una necesidad para todo ser
humano, es tener a sus padres juntos, pero amándose y respetándose.
Aceptación
incondicional
Hay que estar conscientes de que aun cuando los padres
le transmiten la vida a los hijos, esta vida no les pertenece a los padres, es
del hijo, como valor inviolable, y deben aceptarlo desde el primer momento de
su vida, que inicia con la concepción, y como sea: niño o niña, sano o enfermo,
planeado o no; ante todo, el hijo necesita y tiene derecho a ser
incondicionalmente aceptado por sus padres, así como sentirse y saberse amado
por ellos.
Así que cuando se planea tener un hijo, recuerda que es
Dios quien lo permite porque desde antes de la fundación del mundo Él ya tenía
considerado que naciera por su propio propósito en la vida; tal vez coincida o
no, el sexo del bebé con tu deseo de tener una niña o niño, pero recuerda no se
trata de ti, sino de una vida propia. En mi caso, por ejemplo, mi madre tenía
la impresión y el deseo que yo fuera niño, te imaginas que Dios cumpliera
deseos, simplemente yo no hubiera nacido, no estarías leyendo esto que escribo.
Así que respeta y acepta incondicionalmente lo que Dios te presta como madre o
padre, solo asume bien tu responsabilidad y contribuye en la formación y
educación de tu hijo para que cada vez sea mejor persona.
Necesidades
primordiales
La paternidad humana no se reduce a lo puramente
biológico o económico, no solo son necesidades materiales para el
crecimiento y desarrollo corporal, sino también necesidades afectivas e
intelectuales.
La mayoría de los padres se quedan solo en la primera
parte, creen que basta con dar a los hijos todos los bienes materiales que
requieren: alimentación, ropa, casa, e incluso algunos bienes que no siendo
estrictamente materiales implican un costo económico como la salud, la
educación escolar, los estudios universitarios, la recreación, entre otros.
Pero, no hay que olvidar las necesidades afectivas, así
como es primordial el alimento, también lo es que reciban de sus padres el
amor, cariño, atención, apoyo, comprensión, protección, seguridad, ayuda a
crecer, buen ejemplo y presencia. Por eso, no es bueno utilizar a los
hijos como medios de salvación de matrimonios, o de chantaje emocional para
retener a alguien, porque no es la motivación correcta, al contrario, para
planear un bebé, los padres tiene que trabajar en un ambiente de amor,
comprensión y respeto para recibir al hijo en armonía y que crezca en un
ambiente sano.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro
Cristiano “Cristo es la Puerta”
No hay comentarios:
Publicar un comentario