3 PASOS PARA APRENDER A
ACEPTARME
Fuente: Yisse
Zapata.
Este artículo fue producido por Radio
Cristiana CVCLAVOZ.
Creerás que
el título tiene que ver solamente con tu imagen física y con lo que llevas
puesto, quizás hasta pensaras en marcas de ropa o en los tipos de zapatos que
viste la última vez que fuiste a un centro comercial; pero, no, no se trata de
eso nada más. Hoy quiero mostrarte un panorama, que en mi opinión, es muy
triste y nosotros (teniendo herramientas que Dios nos ha dado) podemos
cambiarlo.
Se trata de la autoestima. Ese pequeño cajón que poco
abrimos porque nos da miedo enfrentarnos al concepto que tenemos de nosotros
mismos, sin pensar que somos más valiosos de lo que pensamos, y más bellos de
lo que creemos. He estado muy preocupada e incluso indignada al ver como hay
muchos que necesitan imitar patrones de conducta que ven en televisión,
revistas, redes sociales; y llevarlos a su propia vida, trabajo o casa. Eso
realmente es preocupante y muy triste. No necesitas que un modelo que ves en
los medios de comunicación sea tu guía, o que te llene tanto la cabeza, al
punto de creer que lo mejor es parecerte a ellos y a sus estilos de vida. Dios
nos ha dado patrones claros y el hecho de vivir en la tierra no significa que
nuestra existencia deba ser superficial. No estamos llamados a eso. Esa es la
realidad. Y esto es el fundamento.
Yo fui víctima de mis propias palabras, en algún momento
de mi vida estuve acomplejada porque no era como las modelos, delgada y
perfecta, de cabellera nutrida y color impecable. Viví mucho tiempo deprimida,
sí, deprimida; y no saqué nada bueno de ello. Hasta un día que alguien no muy
cercano a mí me dijo: “¿y qué es lo que estás esperando para dejar esa
bobería?”. Yo quedé congelada, me dije “¿y esta quién es para decirme esto?”,
no era nadie allegado a mí, eso lo tengo claro; pero en ese instante se
convirtió en mi alarma de incendios.
Últimamente noté que cambian los estilos, los colores,
las modas, los principios y hasta las buenas costumbres; pero estamos a tiempo
de ayudarnos y de ayudar a otros, hombres y mujeres a ser conscientes del valor
tan enorme que tienen, y de la belleza única que les caracteriza sin importar
que defectos tengamos. Hoy es un muy buen día para amarte más y mirarte al
espejo con ojos de amor, porque todos los modelos del planeta entero no
alcanzan para definir la dulce y perfecta belleza con la que Dios te creó. Eres
un diseño perfecto, una idea brillante, un tesoro invaluable y una obra
inigualable.
Aquí tres consejos que me han servido muchísimo, no son
una solución mágica, ni unos trucos de feria. Son pasos que aunque cuesten un
poco, te ayudarán a mirarte con los ojos con los que fuiste creado:
1- CREE EN TI: No se trata de tener mayor
concepto de ti mismo del que debes; se trata de confiar en que fuiste dotado
con dones y talentos que puedes usar para lograr muchas cosas en la vida y que
además posees características físicas, que si bien no son perfectas, son
hermosas.
2- EJERCITA TU MENTE: Debemos dejar de lado tanta
“basura”, programas y conceptos sin sentido que terminan llenándonos de ideas
tergiversadas de la realidad humana. Hay cosas que realmente merecen nuestra
atención, leer, comer mejor, compartir con nuestras familias y amigos,
involucrarnos en buenas obras; o tan solo sacar más tiempo para hablar con
Dios. Esto te mantendrá enfocado en cosas que no son superficiales y que no te
harán “hueco/a”, y te permitirán expandir tu horizonte mental y espiritual.
3- DECIDE CAMBIAR: No hay impulso más valioso y
efectivo que la voluntad propia. Cuando esta escasea es necesario que pidamos
dominio propio. No es necesario tratar de encajar en estereotipos y no
reconocerlo, todo proceso de cambio empieza por aceptar el problema y ser
humildes ante el tema. Tú puedes verte mejor, no por los demás, ni para los
demás. Es para ti. Por los tuyos. Y la razón más importante, es para poder ser
ejemplo de Jesús.
Sigamos juntos este proceso y veremos los resultados, es
un proceso diario y de entrega total. Dios te respalda y te lleva de la mano.
Te dejo con
esta hermosa declaración de amor que te inspirará y te motivará en el proceso: “Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables,
maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy
bien.” Salmos 139:13-14.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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