QUIERO VOLVER A ENAMORARME 1
Fuente:
Alejandra Stamateas
Devocionaldiario.org
Pasaje clave: Daniel 1:8-16.
¿Te gustaría volver a enamorarte? Por diferentes
razones, algunas veces volver a enamorarse puede resultar difícil. Por un
parte, cuando terminas una relación de pareja es posible que te sientas libre y
no quieras volver atrás. Por otra parte, es probable que ese desamor haya
alimentado creencias como: “Los hombres son mentirosos” o “Todos los hombres
son iguales”. Este tipo de conclusiones te van generando cada vez más miedo a
volver a enamorarte y a su vez te vuelven más exigente.
Al haber pasado por una mala experiencia con tu
pareja anterior comienzas a dudar: “¿Y si me vuelve a ir mal?”, “¿Y si pierdo
mi independencia?” o “La verdad que no quiero perder todo lo que logré.
Prefiero quedarme solita que así estoy tranquila. ¿Para qué me voy a
arriesgar?”. En el caso de que seas viuda, las dudas son otras: “¿Podre vivir
con un hombre que no sea mi anterior esposo?”, “¿No lo estaré traicionando?” o
“¿Qué pensarán mis hijos?”.
Sea cual sea la situación en la que te encuentres,
es muy probable que a la hora de volver a enamorarte te encuentres en una
situación de ambivalencia. Por un lado, quizás quieras enamorarte nuevamente,
pero por otro lado, las dudas, los miedos o inseguridades con tu figura física
te detienen, lo que te genera sentimientos encontrados. Cabe destacar que si haces
un análisis demasiado minucioso de los beneficios y desventajas, es probable
que termines perdiendo el foco en el objetivo que es volver a enamorarte y
formar una pareja.
En las próximas líneas voy a compartirte cuatro puntos para que tengas en cuenta a la hora de volver a enamorarte.
1. DESENAMORATE.
Para volver a enamorarte primero tienes que desenamorarte no solo de la pareja anterior, sino también de la manera de funcionar que tenías en dicho vínculo. Por ejemplo, quizás con tu pareja solías salir todos los viernes al cine y luego daban un largo paseo por el parque. A la hora de entablar una nueva relación tienes que dejar atrás esas vivencias y animarte a experimentar situaciones nuevas. Si antes te quedabas en casa y él salía a trabajar, tal vez ahora ambos necesiten trabajar. Una nueva pareja siempre implica una nueva manera de funcionar. ¡Deja atrás el pasado y construí algo nuevo!
2. TEN EN CLARO LO
QUE ESPERÁS DE ESA PAREJA.
Es importante que te preguntes qué es lo qué esperas
de esa relación que vas a entablar, ya que muchas veces uno suele pedirle al
otro algo que este no puede brindar. Si, por ejemplo, te enamoras de un hombre
que tiene hijos, es probable que su tarea como padre le demande mucho tiempo y
no puedas estar con él todo el tiempo que desearías. Lo mismo sucedería, aunque
obviamente con mucho más intensidad, en el caso de que te enamorases de un
hombre que está preso o que por su profesión viaja constantemente. Por dicha
razón, ten presente a qué te vas a tener a la hora de comprometerte con ese
hombre del cual te enamores. De nada sirve que le hagas escenas de celos
absurdos a tu pareja si sabías previamente que por su profesión no iban a pasar
mucho tiempo juntos.
Es fundamental que
antes de entablar esa relación pienses bien en aquello que esperas de tu pareja
y qué tipo de proyecto quieres construir. Si te enamoras de alguien y luego te enteras
que está casado, difícilmente puedan construir algo en común. Tal vez digas:
“Estoy esperando que él deje a su esposa”, pero lo más probable es que no lo
haga, ya que mientras en ella busca a la madre de sus hijos, en vos solo
encuentra una mujer que le da pasión. En ese caso, pregúntate: “¿Quiero ser una
mujer que solo le da un momento de pasión o quiero ser todo en la vida de él?”.
Si te enamoras de un hombre que tiene una profunda debilidad por las mujeres,
ya sabes con anterioridad que esa persona nunca te va a ser fiel y aunque lo
quieras cambiar, difícilmente lo haga, pues eso es una decisión que tiene que
tomar él. Si te casas con un policía o con un médico, sabes con anticipación
que en muchas ocasiones esa persona va a dedicarte menos tiempo del que te
gustaría e incluso puede llegar a poner en riesgo su propia vida por cumplir
con sus obligaciones.
Recuerda que lo más importante es que sepas a lo
que te vas a enfrentar y lo que estás dispuesta a arriesgar. Cuando uno elige a
alguien, no elige solo una parte, sino a la totalidad de su ser. En el menú que
te dan cuando viajas en avión, el arroz siempre viene con pollo y la carne
siempre con la verdura. Del mismo modo, cuando elegís a un hombre, elegís
también el combo que viene con él.
(CONTINÚA…)
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