NO ME GUSTA
Fuente: Cristian Franco
Renuevo de Plenitud.com
¿Cuál es la clave del
éxito? ¿Qué distingue a las personas que triunfan de aquellas que fracasan? ¿Es
posible alcanzar el éxito, y mantenerlo? Un sin número de respuestas posibles
se agolpan frente a nosotros intentando señalarnos el camino seguro hacia la
victoria personal.
Recuerdo la ocasión en
que ingresé a mi primer trabajo. Tenía 14 años y estaba concluyendo el segundo
año de la escuela secundaria, cuando de un día para el otro mi tío me propuso
trabajar con él durante el verano. ¡Todo un desafío para un adolescente
acostumbrado a ver televisión, practicar básket y asistir a clases! Sin
embargo, acepté el reto y me lancé a la 'aventura'
Los primeros días fueron
facilísimos: todos me sonreían, los jefes me tenían paciencia y mal que bien
sobrellevaba el horario matutino de entrada. Pero al pasar los días, la
'comodidad' se vistió de 'normalidad' y el asunto se tiñó de 'sangre, sudor y
lágrimas'. ¡Llegué a trabajar durante casi un mes desde las 7 de la mañana
hasta las 10 de la noche! ¡Quince horas diarias! Llegaba a mi casa, cenaba y
caía desplomado sobre la cama, sólo para levantarme cinco horas después ¡y
seguir con la rutina! Nada de televisión, nada de paseos, nada de nada. Sólo
trabajar, y trabajar, y trabajar.
Pero algo
"misterioso" sucedía cada dos semanas. Algo que me hacía
"olvidar" el sacrificio y la abnegación de cada día: ¡finalmente
cobraba mi salario! ¡Sí! ¡Por primera vez en mi vida podía disfrutar mi propio
dinero, obtenido con mi propio trabajo! Por primera vez entendí, de manera muy
práctica, el tremendo valor que tiene el esfuerzo personal con miras a la
recompensa que implica lograr el éxito.
San Pablo escribió:
"Ustedes saben que, en una carrera, no todos ganan el premio sino uno
solo. Los que se preparan para competir en un deporte, dejan de hacer todo lo
que pueda perjudicarles. ¡Y lo hacen para ganarse un premio que no dura mucho!
Nosotros, en cambio, lo hacemos para recibir un premio que dura para siempre.
Yo me esfuerzo por recibirlo, así que no lucho sin un propósito. Al contrario,
vivo con mucha disciplina y trato de dominarme a mí mismo" (1 Corintios
9:24-27).
Me encanta cómo define
el asunto un reconocido autor americano: "Todas las personas con éxito
tienen el hábito de hacer cosas que a los fracasados no les gusta hacer. A
ellos tampoco les gusta hacerlas. Pero su disgusto se ve subordinado a la
fortaleza de sus propósitos"
"No me gusta"
sacrificarme, ahorrar, hacer dieta, estudiar, ir al médico, ser amable,
planificar, perdonar, arrepentirme, orar, leer la Biblia... ¡pero vaya diferencia que
obtengo en mi calidad de vida cuando invierto mi atención y mi esfuerzo en
estas y muchas cosas más!
Vale la pena vivir más
allá de los gustos y vivir con propósito.
Génesis 5:29
Y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras
y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo.
Proverbios 24:10
Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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