¡TENGO FE PERO NADA SUCEDE!
Fuente: Pedro Sifontes
Coach Personal
Renuevo de Plenitud.com
“Ninguna persona puede escalar más allá de las
limitaciones de su carácter.” John Morley
En estos últimos tiempos hemos visto o escuchado
muchos escándalos, usted puede enumerar una lista de ellos y todos ellos tienen
que ver con la falta de carácter. Aun usted mismo que pasa por diversos
problemas en su matrimonio, en su familia o en su empresa, se debe a nuestro
carácter. Alguien dijo: “El Carácter es la suma total de todas mis elecciones
diarias”. Entonces puedo deducir que el carácter es una elección.
Nosotros podemos pensar que Dios no nos escucha,
que tiene hijos predilectos, que otros son bendecidos y usted no, podemos
pensar que los demás tienen la culpa de lo que me está pasando y hasta pensamos
que nunca vamos a salir del aprieto. Y otros hasta pensamos que es el diablillo
que tiene sus manos metidas en el asunto y lo que casi nunca podemos llegar a
pensar es cuanta es mi responsabilidad, hace falta carácter para admitir eso.
Los problemas revelan nuestro carácter y nuestro carácter revela quienes somos
realmente y de que estamos hechos.
Helen Keller dijo: “el carácter no puede ser
desarrollado con facilidad y tranquilidad. Solo a través de la experiencia de
la prueba y el sufrimiento puede fortalecerse el alma, aclararse la visión,
inspirarse la ambición y lograrse el éxito.”
En el libro de Jueces 6:11-14 encontramos una
historia muy interesante de un hombre que tenía un gran problema con los
madianitas y el Ángel del Señor le dice: “El Señor está contigo guerrero valiente”.
Luego Gedeón hace la pregunta que muchos hacen: Pero, señor, si el Señor está
con nosotros, ¿cómo es que nos sucede todo esto?
De seguro usted alguna vez cuestionó a Dios y
dijo: Señor, si tú estás conmigo ¿Por qué me pasa esto? Si yo tengo fe ¿Por qué
estoy en esta situación?
Entienda que la fe no es para resolver los
problemas en los cuales nos metemos, la fe te lleva a confiar en Dios. Lo que
ayuda a resolver los problemas es nuestro carácter. A Dios le interesa más lo
que somos, que lo que hacemos. Dios no está interesado en nuestra comodidad, Él
está interesado en nuestro carácter, en saber cuánto de Jesús hay en nuestra
vida. Cuando el ángel le dice a Gedeón “guerrero valiente” está describiendo su
carácter, no su fe. Abraham Lincoln dijo: El carácter es como un árbol y la
reputación su sombra. La sombra es lo que pensamos de ella, el árbol es lo
verdadero”.
TE INVITO A TENER PRESENTE LO SIGUIENTE:
1. Los dones y los talentos se nos han dado, pero
el carácter lo desarrollamos nosotros.
2. Con nuestro carácter ganamos la confianza de los
demás.
3. Solo el buen carácter puede darte un éxito
duradero con las personas.
4. El carácter fuerte es el que se domina a sí
mismo, y comunica credibilidad y consistencia.
5. Siembra carácter y cosecharas un destino.
Probablemente usted ha
leído la reflexión del Roble y la Hiedra.
“Un hombre edificó su casa. Y la embelleció con un
jardín interno. En el centro plantó un roble. Y el roble creció lentamente. Día
a día echaba raíces y fortalecía su tallo, para convertirlo en tronco, capaz de
resistir los vientos y las tormentas.
Junto a la pared de su casa plantó una hiedra y la
hiedra comenzó a levantarse velozmente. Todos los días extendía sus tentáculos
llenos de ventosas, y se iba alzando adherida a la pared.
Al cabo de un tiempo la hiedra caminaba sobre los
tejados. El roble crecía silenciosa y lentamente.
— ¿Cómo estás, amigo roble?, preguntó una mañana la
hiedra.
—Bien, mi amiga, contestó el roble.
—Bien, mi amiga, contestó el roble.
—Eso dices porque nunca llegaste hasta esta altura
—agregó la hiedra con mucha ironía—.Desde aquí se ve todo tan distinto. A veces
me da pena verte siempre allá en el fondo del patio.
—No te burles, amiga —respondió muy humilde el
roble—. Recuerda que lo importante no es crecer deprisa, sino con firmeza.
Entonces la hiedra lanzó una carcajada burlona.
Y el tiempo siguió su marcha. El roble creció con
su ritmo firme y lento. Las paredes de la casa envejecieron.
Una fuerte tormenta sacudió con un ciclón la casa y
su jardín. Fue una noche terrible. El roble se aferró con sus raíces para
mantenerse erguido. La hiedra se aferró con sus ventosas al viejo muro para no
ser derribada. La lucha fue dura y prolongada.
Al amanecer, el dueño de la casa recorrió su
jardín, y vio que la hiedra había sido desprendida de la pared, y estaba
enredada sobre sí misma, en el suelo, al pie del roble. Y el hombre arrancó la
hiedra, y la quemó.
Mientras tanto el roble reflexionaba:
—Es mejor crecer sobre raíces propias y crear un
tronco fuerte, que ganar altura con rapidez, colgados de la seguridad de
otros.”
Es una tremenda lección que nos desafía a ser
hombres y mujeres de carácter, que cuando vengan esos momentos difíciles,
oscuros podamos nosotros permanecer firmes como el roble. Dios quiere ese
carácter capaz de decirle a la tentación: No tentaré al Señor mi Dios. Dios
quiere ese carácter capaz de decirle a los reinos de este mundo: Solo a Dios
adoraré y a Él solo serviré. Que podamos tener esa capacidad para esforzarnos y
no desanimarnos. Que podamos ser determinantes con los sueños que queremos
lograr. Que podamos conocer nuestras limitaciones pero también toda nuestra
potencialidad.
La elección es tuya. Puedes pasarte el día
esperando a que algo suceda en tu vida o puedes cultivar o desarrollar tu
carácter mediante las promesas de Dios. Tú tienes la promesa de que Dios está
contigo, es tiempo de mostrar carácter y salir adelante en su matrimonio, en
sus finanzas y en todo lo que emprenda.
Recuerda las
palabras de David: “Sean mi protección la integridad y la rectitud, porque en
ti he puesto mi esperanza.” Salmo 25:21
¡Hoy es el mejor día para comenzar a desarrollar un
carácter ganador!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
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