LOS DÍAS QUE NO LLEGAN
Fuente: Ana
María Frege Issa
Este
artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
De alguna
manera, en mayor o menor medida, tendemos a planificar las cosas, ya sea
para el día a día o para de aquí a cinco, diez o veinte años, lo que no está
mal, pero siempre lo hacemos con seguridad, con la extraña idea de que nuestros
días están asegurados o que las oportunidades volverán.
Cuántas
veces no hemos comprado cosas, ropa, comida, etc. pensando que los usaremos en
ocasiones especiales, pero nunca hay una ocasión tan especial como para usarlos
y la comida se vence y la ropa ya no nos queda. Estamos a punto de decir
cuánto amamos a alguien o decididos a pedir perdón, pero damos un paso atrás,
pensando que tendremos otros días para demostrarles nuestro afecto o para
reconciliarnos. Pero lo cierto es que algunos días no llegan.
En Mateo 26:10 – 13 encontramos el relato de la mujer
que derramó perfume sobre Jesús. Posiblemente nadie lo esperaba porque la
sorpresa fue tan grande que lo primero que hicieron fue mencionar el precio del
perfume y lo que se podría haber hecho con ese dinero. Pero Jesús entendió lo
que esta mujer hacía y los reprendió: “Y
entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho
conmigo una buena obra. Porque
siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Porque al derramar
este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. De cierto os digo que
dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se
contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella”
A esta mujer
no le importó lo que los demás dirían. Podemos imaginar que fue algo pensado, y
no un arranque de locura, porque no fue algo que encontró ahí, sino que
lo había traído desde su casa. Ella sabía el valor del perfume y lo que iba a
hacer. Pero no le importó cuánto costara ni lo que la gente pensara porque fue
una forma genuina de demostrar su aprecio por aquel hombre que había sanado
enfermos, resucitado muertos, multiplicado los alimentos y les había dado
esperanza. Nada valía tanto comparado con lo que habían recibido.
Si ella
hubiera esperado pensando qué dirían los demás o si mejor esperaba a una
ocasión más especial, hubiera sido tarde.
No esperes
más, pide perdón si has lastimado a alguien, perdona si te han herido, abraza a
tu familia, diles cuánto los amas, no dejes pasar oportunidades de trabajo, de
servicio, si has pecado busca el perdón de Dios pero no esperes más, no sabes
qué traerá el día de mañana o si llegará.
“No te
jactes del día de mañana; Porque no sabes qué
dará de sí el día”. Proverbios 27:1
No hay mejor
día que éste. No permitas que el “qué dirán”, tu orgullo o la confianza en tu
juventud te roben oportunidades que hoy Dios pone en tus manos.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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