LOS VERDUGOS
Ana María Frege Issa
Este
artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Quizás las
cosas más difíciles de enfrentar, para todo ser humano, son la vergüenza
y la culpa. Esos sentimientos que turban nuestro ánimo por algún error que
cometimos o por alguna humillación que otro nos hizo pasar. Dependiendo de lo
que haya sucedido, la persona que los sufre, podría pasar por tener el
rostro colorado hasta afrontar una fuerte depresión.
Mucha gente,
al no poder lidiar con estos sentimientos, decide ponerle fin a su sufrimiento
y recurren a la decisión más extrema y terrible que podrían haber tomado: el
suicidio. No son pocos los casos que se han escuchado de jóvenes y adolescentes
que por vergüenza, porque fueron víctimas de bullying, publicaron una
fotografía que no debían en una red social o alguien difundió una cosa muy
personal exponiéndolos al juicio público, tomaron esa decisión. Son muchos
otros los casos de personas que por una mala decisión destruyeron sus hogares,
sus empresas, sus vidas y las de otros; y al no poder cargar con la culpa
tomaron decisiones sin retorno.
Estos
verdugos nos van destruyendo en lo más profundo. Tal vez es algo que nadie
sabe, que sólo pasa al interior de tu casa o quizás es público, pero lo cierto
es que después de lo que pasó, tu vida nunca será la misma.
Pedro y
Judas, cometieron errores terribles, prácticamente al mismo tiempo. Uno entregó
al maestro por unas monedas y el otro lo negó. Lo que hizo Judas, sin duda fue
terrible pero Pedro no se queda atrás. Jesús le había dicho que lo negaría
antes de que cantara el gallo y Pedro no lo negó una vez sino tres. El hombre
que había dicho que estaba dispuesto a ir hasta la muerte con Cristo lo había
negado; una falta tan grave o mayor que la de Judas.
¿Imaginas el
sentimiento de culpa y la vergüenza que debieron sentir ambos hombres? Cuando
comprometemos o traicionamos nuestros principios y creencias un manto de
vergüenza y culpa nubla nuestras vidas. Pudiste copiar en un examen, ser infiel
a tu conyugue, engañar a tus jefes, abusar de la confianza de tus padres,
traicionar a un amigo, cualquier cosa. Haya salido a luz o quedado en la
intimidad, tu falta puede estar terminando contigo.
Pero el
final de la historia depende de ti, puedes escoger colgarte de un árbol como
Judas o arrodillarte a los pies del madero del que colgó el Hombre que pagó por
tus culpas.
No permitas
que la vergüenza y la culpa terminen con tu vida. Como seres humanos somos
expertos en recordar nuestras faltas, en culparnos, en revivir los momentos que
nos duelen, en permitir que la vergüenza nos atormente una y otra vez. Sin
importar si tú cometiste la falta o si alguien te hizo daño, hay alguien que te
ofrece perdón y que ha decidido no recordar tus faltas, que te espera con los
brazos abiertos, alguien que te ofrece empezar de nuevo tu historia, dejando
atrás aquello que te avergüenza.
“Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9
Que tus
verdugos no te nublen la vista, no permitas que te lleven al madero equivocado.
Estoy segura que si Judas se hubiera arrepentido de su falta, Dios lo habría
perdonado porque su amor y compasión son mucho más grandes de lo que podamos
comprender.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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