viernes, 14 de marzo de 2014

QUIERO VOLVER A ENAMORARME 2

QUIERO VOLVER A ENAMORARME 2
Fuente: Alejandra Stamateas
Devocionaldiario.org
Continuemos.

3. Tienes que saber qué es lo que quieres.
En el amor es necesario que seas inteligente para que no vivas una experiencia negativa. Eso implica que tengas en claro lo que quieres y que generes espacios para el encuentro, es decir, que encuentres los espacios adecuados para conocer gente. Si eres una persona tímida que va del trabajo a la casa y de la casa al trabajo, va a ser más difícil que consigas pareja. Quizás digas: “No hay hombres”, pero es probable que pienses eso porque no salís lo suficiente o no lo haces en los lugares indicados. Por eso, es fundamental que tengas en claro qué clase de hombre estás buscando. Si, por ejemplo, quieres conocer a una persona joven, no tienes que ir al torneo de ajedrez del centro de jubilados. Si eres una mujer profesional que madruga todos los días y vas a un boliche el miércoles por la madrugada, difícilmente encuentres a un hombre que comparta tus mismos intereses o que lleve el mismo estilo de vida que vos. Piensa: “¿De qué me sirve enamorarme de alguien que solo le gusta frecuentar bares por la noche, bebe compulsivamente y no lleva una vida ordenada?”.

En el caso de que te agraden los hombres inteligentes es más probable que conozcas a alguien en un curso que en el bar de la esquina. Si el tipo de hombres que te agradan son aquellos que tienen bien trabajado sus músculos, el lugar más propicio para que vayas es el gimnasio. Recuerda que tienes derecho a elegir la clase de hombre que te guste, así que establece las pautas que creas necesarias y anda al lugar adecuado a buscarlo.
Amplia tu círculo social, aumenta el número de personas que te rodean y busca en la abundancia, porque cuanto más gente conozcas mayores serán tus posibilidades de elección. Cuando las opciones son limitadas tiendes a hacer un esfuerzo enorme por agradarle al otro y terminas cediéndole poder. En ese caso, es probable que el otro te haga planteos como: “Mira querida, así son las cosas. Estoy casado y tengo muchos hijos, así que no te voy a poder dar plata. No esperes mucho de mí porque vivo viajando y apenas nos vamos a ver una sola vez en la semana. Ajústate a esto o nada”. Quizás accedas a ese planteo si no tienes alternativa, pero si conoces a varias personas, puedes descartar esa propuesta y seguir buscando a alguien que realmente te agrade. Al ampliar tu círculo social, ya no dependes de ese único hombre al que le tienes que soportar todo ni necesitas fingir ser otra persona. Por el contrario, puedes ir descartando las distintas opciones que tienes hasta que conozcas a esa persona con la que decidas compartir un proyecto de vida.

4. No confundas altas expectativas con altas excusas.
Es positivo que tengas expectativas altas y digas: “Quiero un hombre que sea respetuoso, que ya tenga encaminada su vida y no dependa de alguien que lo mantenga”. El problema aparece cuando confundís expectativas con excusas: “No me gusta su cabello”, “No me gustan las medias que utiliza” o “No me convence ese lunar que tiene en la cara”. Cada vez que comienzas a enfocarte en ese tipo de detalles es porque tienes miedo a estar en pareja. Si bien no está mal que observes esos detalles, es importante que sepas que estos son aspectos secundarios que se pueden ir modificando. Por el contrario, nunca bajes las expectativas que tienes respecto al otro. No pienses: “Y bueno, me golpea, pero en el fondo es amoroso”.
Aprende a valorarte y mantén bien en alto aquello que esperas de tu pareja, como que comparta los mismos valores que vos, que te respete, que te amé, que tenga iniciativa y sepa a dónde quiere llegar en la vida. Tal como dije anteriormente, esas altas expectativas son positivas y está bien que las tengas. Por el contrario, si te fijas demasiado en los detalles, tal vez sea el momento de salir de esa ambivalencia que te hace rechazar a un pretendiente solo porque no se lustra los zapatos.
Muchas mujeres me preguntan: “¿Qué tengo que hacer cuando conozco a un hombre y al poco tiempo me pide tener sexo?”, “¿Cómo es posible mantenerse virgen hasta el matrimonio?”. En primer lugar, es muy probable que cuando conozcas a alguien y ambos se agraden el deseo de tener sexo sea mutuo. En segundo lugar, lo más importante en este punto es que vos aprendas a vivir por principios y no por deseos. Los deseos no son malos, ya que La Biblia dice que Dios quiere concederte “los deseos de tu corazón”. Sin embargo, estos son resultado de una emoción, lo que significa que hoy puedes desear una cosa y mañana otra.

(CONTINÚA…)

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