Fuente: Giovanna
Reflexiones Cortas.net
Esta carta es despedida, quizás jamás llegue a tus
manos, es lo más probable, me gustaría expresarte el cómo me siento por tu
ausencia, no lo niego he llorado demasiado, he querido gritar, patalear y demás
contar que el dolor sane.
Pero hoy tuve un tiempo para reflexionar y pensar
en lo que fue nuestra relación y efectivamente no hubo una, nuestra relación
estuvo basada en sexo y placer, jamás sentí en ti un apoyo moral o emocional, o
de algún otro tipo, ¿Que si duele perderte? No Miguel, no me dueles tú, me
duele no volver a tener con quien salir, con quien bailar, o con quien pasar un
rato agradable, así como hay mujeres para un rato, también hay hombres de la
misma manera, y tú fuiste uno de esos, no imagino mi vida a lado de un
hombre como tú, que viva en la mediocridad sin esperanzas de crecer como
persona, como padre, hijo, amigo incluso como amante.
Así que sólo me queda desearte muchas bendiciones,
que te vaya bien, porque no te guardo ningún rencor, al contrario, te agradezco
que me hayas dado motivos para buscar a Dios, creo que es una de las razones
por las que te puso en mi camino, eso y que me diera cuenta que a mi alrededor
hay gente que me quiere y mucho, que tengo familia y amigos excepcionales que
estoy llena de bendiciones y en su momento fuiste una de ellas, pero ya no más…
Fuente: Giovanna
Reflexiones Cortas.net
¡Qué compleja!
¡Qué confusa!
¡Qué confusa!
Hoy puedes tener un motivo para reír,
Mañana, quizás… las lágrimas choquen tu ser.
Lo más posible es que los días con motivos alegres
Sean frecuentes, o quizás… no sean días.
Mañana, quizás… las lágrimas choquen tu ser.
Lo más posible es que los días con motivos alegres
Sean frecuentes, o quizás… no sean días.
Cuando encuentro a mi alrededor tanto sin sentido,
¡Quisiera ser un soplo de vida!
¡Quisiera ser un motivo de entusiasmo!
¡Quisiera ser la razón!
¡Quisiera ser un soplo de vida!
¡Quisiera ser un motivo de entusiasmo!
¡Quisiera ser la razón!
Quisiera penetrar en tu espacio oculto
Para sembrar un poquito de fe en ti,
En lo que haces hoy, proyectándote hacia
La incertidumbre de mañana.
Para sembrar un poquito de fe en ti,
En lo que haces hoy, proyectándote hacia
La incertidumbre de mañana.
¿Qué es reír, deseando llorar?
¿Sentir lo que no se quiere?
O quizás… no se debe vivir
Cuando nada tiene sentido.
¿Sentir lo que no se quiere?
O quizás… no se debe vivir
Cuando nada tiene sentido.
Pero aunque todo esto pase,
Aunque no sé cómo ayudarte,
Pues no hay nada, oh quizás…
Nadie quiere que cuentes conmigo,
Porque las cargas más pesadas llevándolas
En compañía, se tornan más livianas.
Por eso: “SOLO QUIERO QUE CUENTES CONMIGO”.
Aunque no sé cómo ayudarte,
Pues no hay nada, oh quizás…
Nadie quiere que cuentes conmigo,
Porque las cargas más pesadas llevándolas
En compañía, se tornan más livianas.
Por eso: “SOLO QUIERO QUE CUENTES CONMIGO”.
Fuente: Giovanna
Reflexiones Cortas.net
El dolor y el miedo invadieron mi corazón y mente,
provocando escalofríos y temores más grandes que los que provocarían una noche
sombría de lecturas de Poe.
Cada sonido que sus cuerdas vocales dejaban salir,
eran comparados con latigazos que recibía el nazareno por la humanidad, sin
tocarme, sin mirarme, sin atacarme, con preguntas sin respuestas, preguntas que
se alojaba cada una en mi cabeza y mi pecho, derrumbando mis muros,
adentrándoseme, produciendo un dolor sublime y tierno, referenciado a mi
merecido castigo, ver sus llantos sin lágrimas, su dolor saliendo por sus
poros, una vida sin
alma, un cuerpo sin deseos de vivir…
Las cavidades de su corazón, donde las intensas
descargas hacen mover los músculos que mezclan y bombean la sangre roja a todo
el cuerpo, sus manos blancas y su cara pálida, por la falta de esfuerzo del
corazón, el mundo me pareció tan vasto tan grande, yo tan pequeño y siendo tan
nefasto, pretendí ser Dios, un Dios nefasto y cruel, jugar con el hilo rojo de
un mortal, sin saber que el mortal no era más que yo.
Viéndome tan pequeño, comprendí el tamaño del
corazón que llevo en mi pecho el cual lloraba, ver el tamaño verdadero del
corazón de ella, cuando se refería a mí, mi yo interior murió en ese momento,
creo que ver la sinceridad en esos grandes ojos claros con tonalidades marrones
me llevaron a un ser un poco más sensitivo, una nueva versión de mí, más
sombrías y abatida por mis demonios que ahora me perseguían y me perseguirán
por el resto de mi vida, siendo consciente de mi estado mortal y consiente del
estado sublime de su conciencia, tarde me di cuenta de todo lo que llevaba por
mí dentro, de la magnitud del sentimiento generado…
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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