sábado, 15 de marzo de 2014

EN TODO ADORNEN LA DOCTRINA DE DIOS, NUESTRO SALVADOR.

EN TODO ADORNEN LA DOCTRINA DE DIOS, NUESTRO SALVADOR.
Fuente: Mensajes Cristianos.net

Os ruego que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo.
Absteneos de toda especie de mal.
Si sois ultrajados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, por lo que hace a ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, ladrón o malhechor, o por entrometerse en lo ajeno;
Para que seáis irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como lumbreras en el mundo.  
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Nunca se aparten de tila misericordia y la verdad: átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
   Tito 2:10   Fil.1:27   I Ts.5:22   I P 4:14, 15   Fil.2:15   Mt.5:16   Pr.3:3, 4   Fil.4:8
HECHO PERFECTO POR MEDIO DE LAS AFLICCIONES.
Jesús dijo a sus discípulos: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: «Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
Lleno de angustia oraba más intensamente, y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
Me rodearon ligaduras de muerte, me encontraron las angustias del seol;  angustia y dolor había yo hallado.
El escarnio ha quebrantado mi corazón y estoy acongojado.
Esperé a quien se compadeciera de mí, y no lo hubo;  busqué consoladores, y ninguno hallé.
Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien quiera conocer. ¡No tengo refugio ni hay quien cuide de mi vida!
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en sufrimiento; y como que escondimos de él el rostro,  fue menospreciado y no lo estimamos.
Heb.2:10   Mt.26:38, 39       Lc.22:44   Sal.116:3; 69:20; 142:4   Is.53:3
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”



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