12 REGLAS PARA CREAR NIÑOS DELINCUENTES
Fuente:
Rubén Kassabian
Devocionaldiario.org
Los padres queremos que nuestros hijos crezcan como
hombres y mujeres de bien. Anhelamos y presumimos poder crear obras maestras de
moralidad y honestidad de nuestros hijos, pero la realidad nos revela que a
veces se produce lo contrario.
Tomando la ironía como regla de escritura, años
atrás un organismo gubernamental de un país americano publicó la siguiente
lista titulada: “Doce reglas para criar un niño delincuente”:
1. Comience en la infancia
dándole al niño todo lo que desee. De este modo crecerá con la idea de que el
mundo está en deuda con él.
2. Cuando aprenda malas
palabras, celébrelo con risas. Esto le hará pensar que es ingenioso. También
esto le alentará a aprender “frases más ingeniosas” que más tarde habrán de
producirle a usted dolores de cabeza.
3. Nunca le dé instrucción
espiritual alguna. Espere hasta que él o ella tenga 21 años y entonces déjele
decidir por sí mismo.
4. Evite el uso de la palabra
“incorrecto”. Puede desarrollarle un complejo de culpabilidad. Esto lo
preparará para que más tarde, cuando sea arrestado por robar, crea que la
sociedad está en su contra y que se le persigue.
5. Recoja todo lo que él deje
por allí tirado: libros, zapatos y ropa. Hágale todas las cosas de manera que
se acostumbre a echar toda la responsabilidad sobre otros.
6. Déjele que lea cualquier
material impreso que tenga en sus manos. Preocúpese de que los platos y vasos
estén esterilizados, pero deje que su mente se deleite en la basura.
7. Mantenga frecuentes
discusiones en presencia de sus hijos. De este modo no se verán tan afectados
cuando el hogar se deshaga.
8. Dele a un niño todo el
dinero que desee gastar. No le permita ganarlo por sí mismo. ¿Por qué habrían
de resultarle tan duras las cosas como en el caso suyo?
9. Satisfaga todos sus
clamores en cuanto a comida, bebida y comodidad. Preocúpese de que sean
complacidos todos sus deseos sensuales. La negación podría conducirle a una
frustración dañina.
10. Póngase de parte de él o
ella contra los maestros, vecinos y policías. Todos están prejuiciados en
contra de su hijo.
11. Cuando se meta en
dificultades, discúlpese diciendo: -“Nunca pude hacer nada con él”.
12. Prepárese para una vida de
amarguras. ¡La va a tener con seguridad!
No podemos evitar vernos reflejados en las fallas
de nuestros hijos. Pero más allá de resignarnos a un sentimiento de culpa, le
desafío a reconocer los errores y comenzar de nuevo. Nunca es tarde para
corregir, enderezar, ayudar; porque aunque hayan crecido, siguen siendo
nuestros hijos y nuestra responsabilidad como padres nunca acaba.
Pídale a Dios que le ayude. ¡Él está interesado en
su familia!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
No hay comentarios:
Publicar un comentario