sábado, 15 de marzo de 2014

EL SIERVO FIEL SIEMPRE GANA 2

EL SIERVO FIEL SIEMPRE GANA 2
Extracto del libro “Cómo Desarrollar Mis Talentos”
Por Marcos Witt
Devocionaldiario.org

Continuemos.

Uno de los hombres que no per­mitió que nadie le pusiera limitaciones fue David. Un día se da cuenta que han invitado a Samuel, el profeta, a la casa porque iban a ungir un rey. Pero a David no lo invitan a la fiesta. ¿Alguna vez le sucedió que no lo invita­ron a usted a una fiesta? Y de repente, comienza a excusarse diciendo: “Si no me invi­taron… ni siquiera sabía que había fiesta. ¿Cómo es posible?”.

Pero cuando llega David a su casa, a la fiesta, podemos entender por qué Dios lo unge: Porque no llega reclamando la razón por la cual no lo habían invitado a la fiesta. “¡Cómo es posible que siendo yo un hijo de esta casa cuando viene el profeta y deben estar todos los hijos, se olviden de mí! Nadie me quiere”.

Pero esta no fue su postura, David era agradecido y con esa actitud llegó feliz a su casa. ¡Qué importaba que no lo hubieran invita­do a la fiesta y se habían olvidado de él! Al fin de cuentas, al que ungieron fue a él. ¿Se da cuenta?

Aunque no lo hayan invitado a la fies­ta, usted fue quien salió ungido. Cuando tenemos una actitud de gratitud, cuando des­pertamos a la mañana; no debemos permitir que la crítica y el negativismo nos influyan. Si nos mantenemos con esa actitud de gratitud podemos continuar perseverando. Puedo ase­gurarle que la mejor manera de multiplicar su talento es a través de la perseverancia.

B. Reconocer lo Oportunas que son las Oportunidades.

El siervo fiel no perdió tiempo. Reconoció que esa era una buena oportunidad de la vida. ¿Cuándo volvería a tener la oportunidad que estaba frente a él ese día? Ese sentimiento es el que usted debe tener. No pierda tiempo.

El siervo fiel contaba con un espíritu agra­decido que producía el combustible para trabajar. El espíritu agradecido produce el combustible que sustenta la acción. Cuando reconozcamos lo oportuno de las oportuni­dades, trabajaremos como si nunca más nos volvieran a dar otra oportunidad. Si el siervo negligente hubiera reconocido que posible­mente nunca más le volverían a dar otro talento, hubiera aprovechado la oportunidad. Pero no fue así, la desaprovechó.

1º Corintios 9:24 dice: “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis”.

Tenemos que correr con urgencia, recono­ciendo que posiblemente esta es la oportuni­dad de la vida.
Cada oportunidad que le es entregada en la mano, posiblemente sea la última que tenga. Por eso, debería trabajarla con todas sus ganas. Porque si ese talento no produce lo que tiene que producir, Dios se lo dará a alguien que le sacará provecho. Por eso es que le dio el talento al que le devolvió diez talentos. Se lo dio al que sabía que negociaría con eso y le sacaría provecho.

Por eso dice en ese versículo: “…aun lo que tiene se le será quitado”. Se refiere a las oportunidades, a los talentos que Dios le ha dado. Aún lo poco que tiene le será quitado si no sabe trabajarlo como si fuera la oportunidad de su vida. Dios lo tomará nuevamente y se lo dará al que sí tiene deseo de trabajarlo y sacarle pro­vecho.

Él no regala talentos para que sean escondidos en hoyos en la tierra y queden ahí sepultados.

Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”


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